Si aplicaste el ejercicio sobre cómo acercarte a una mujer desconocida, entonces ahora estas comenzando a hablar con mujeres desconocidas en cualquier lugar. Si seguiste mi consejo, buscaste una situación casual y la charla giro sobre lo que había en el entorno. Si fuiste a un parque, le hiciste alguna pregunta sobre donde compró ese helado que ella está disfrutando. La charla comenzó acerca de los helados y sabores raros que tu o ella han probado.
Pero ¿Qué hacer si de pronto se terminó el tema de conversación o si en el entorno no encontraste nada interesante de que hablar?
SECRETO PARA SER UN HOMBRE INTERESANTE: EL OBJETO ESPECIAL
Los hombres interesantes siempre tienen objetos interesantes. Si pudieras visitar la casa de uno de esos hombres que cautivan a cualquier chica, estoy seguro que encontrarías objetos inusuales o extraños y al preguntar, él te relataría la increíble historia llena de heroísmo y aventura que llevó tal objeto hasta su hogar. Los grandes seductores son hombres de aventura, son héroes que salen triunfantes de la adversidad y conservan un objeto como trofeo de guerra.
EJERCICIOS:
Para ser distinto de la mayoría de los hombres y cautivar una chica, debes buscar un objeto especial que tenga una historia interesante. Lógicamente debe ser algo que puedas llevar contigo, algo pequeño, pero interesante y diferente o inusual. Sin exagerar, claro está. No vayas a usar un sombrero lleno de frutas como los del carnaval de Rio de Janeiro. Ese sombrero lo que atraería seria la atención de los policías o de los psiquiatras.
Busca un anillo, una pulsera, un reloj, una medalla, algo así. Además debe tener una historia interesante que contar o una razón especial por la que lo llevas contigo. Y lo más importante, la historia debe transmitir tu espíritu de aventura, tu heroísmo, tu pasión. En una ocasión estaba charlando con una chica en la calle y “accidentalmente” cayeron mis llaves al piso, al recogerlas ella observo una medalla con símbolos extraños y “tuve” que contarle de la ocasión en que visite la cuidad “x” y al ayudar a una anciana que se había tropezado, me hizo una bendición y me obsequio dicha medalla. Ahí comenzó la charla sobre las ocasiones en que la medalla me había protegido, luego de un rato la chica con la que estaba hablando me confió sus problemas y la medalla termino en sus manos al momento que le decía como esa medalla “la protegería y nos uniría para siempre con la misma bendición de la anciana y sin importar donde estuviéramos, ella y yo siempre estaríamos conectados” Esa es una fórmula que seduce a cualquier mujer y efectivamente eso fue lo que sucedió.
