¿Por qué surge la tentación de ser infiel?
Contenido
- ¿Por qué surge la tentación de ser infiel?
- El deseo hacia otras personas implica distancia
- Cuando sueñas con nuevos horizontes
- Si me decepcionas busco alguien que me llene
- ¿Son compatibles la fidelidad y la tentación?
- Deseada por otros
- Desear lo desconocido no siempre es peligroso
- La mujer asegura su encanto, el hombre su virilidad
- No hay que confundir la fidelidad y la fusión
- Cómo actúan las mujeres infieles
- Esconder el teléfono y arreglarse más de lo habitual son los principales signos de alarma
- Nuevos amigos y expresar alegría son dos actitudes frecuentes durante la infidelidad
- Tipos de comportamiento: mantenerse inaccesible
- El desapego y la burla son signos de culpabilidad
- Seducir a cualquier precio
- Disminución de la líbido
- 12 cosas que debes saber si te dices “Quiero ser infiel”
- La mayoría de los hombres aman a sus esposas cuando les son infieles
- Los hombres suelen ir con mujeres que ya conocen
- Muchos hombres quieren salvar su matrimonio y, a pesar de todo, son infieles
- Muchos hombres no se sienten bien teniendo una aventura
- Cuando la relación extramarital se alarga, es más difícil pararla
- Las mujeres son tan infieles como los hombres. Las relaciones extramaritales son peligrosas para la pareja
- A menudo, la mujer sabe que su marido le es infiel
- No se puede intentar resolver el problema en cualquier momento
- Las relaciones extramaritales pueden arreglar un matrimonio
- Incluso después de la reconstrucción del matrimonio se puede echar en falta el amante
- El marido infiel es consciente del daño que hace a la mujer que ama y a su familia
- No es culpa de la mujer si su marido le es infiel
Los primeros días de enamoramiento, es sólo una la persona que tenemos en mente y nos hace vibrar (ni siquiera vemos a las demás). Luego, después de meses o años, nos sorprendemos pensando en otras.
La magia de los primeros tiempos da paso, lentamente, a la rutina. Tenemos la tendencia a no seguir trabajando en nuestra relación, a darlo todo por sentado. Los niños y la vida laboral nos monopolizan. También, la casa con las compras y el cálculo del presupuesto mensual.
Nos dejamos llevar. Nos ponemos barrigones, en zapatillas, con pantalones cortos y pelo descuidado. ¿Dónde está la imagen que teníamos durante los primeros encuentros?
El sexo opuesto cuando estamos fuera de casa ya no nos deja indiferentes. Nos fijamos en el nuevo compañero de trabajo. Aunque este hecho no conduce necesariamente a una infidelidad, si debe servirnos para hacer balance.
El deseo hacia otras personas implica distancia
Las tentaciones externas suelen ser señal de que algo no va bien en la relación. Nos hundimos en el hábito, los sentimientos bajan y el aburrimiento acecha.
Es hora de poner un poco de “combustible” a nuestra relación programando un viaje o actividades que sirvan para romper la monotonía. Conseguir nuevos momentos será esencial pero no suficiente.
La falta de deseo también implica distancia.
“Con los teléfonos móviles, uno es accesible en todas partes”, dice Ginette Lespine, terapeuta matrimonial. Ahora bien, esta alternancia de separación-reunión revive el placer de unirse.
Cuando sueñas con nuevos horizontes
A menos que apetezca el sexo por larga privación, la insatisfacción sexual motiva el deseo de infidelidad en una mínima parte.
Cuando la pareja tiene buena relación, se puede hablar y trabajar el tema sexual para llevarlo bien. La pobreza en el sexo refleja un deterioro de la vida amorosa mucho más global.
Si me decepcionas busco alguien que me llene
Las parejas no siempre mantienen el ritmo de la relación y aparece la desilusión. Ya no se sienten reconocidas ni apreciadas. Esta decepción nos lleva a pensar en otra persona que llene nuestras expectativas. Cuando en la pareja se producen demasiadas frustraciones, se puede buscar otra relación por venganza.
¿Son compatibles la fidelidad y la tentación?
Lo ideal sería, en una eterna luna de miel, disfrutar del amor en pareja.
“Nuestra sociedad nos anima a crecer, lograr el máximo”, dijo Ginette Lespine, terapeuta matrimonial.
Alrededor de los cincuenta años, el hombre vuelve a pensar en sus ex amores. Piensa: “Ahora o nunca. Tal vez perdí la oportunidad de ser feliz. Sólo se tiene una vida”.
Deseada por otros
La persona se siente bien cuando es deseada por otros. Esto puede servir para tranquilizar su poder de seducción sin pasar a la acción. El simple hecho de tener conciencia del peligro potencial que se cierne sobre la pareja es, con frecuencia, suficiente para revitalizar la relación.
¿Cuántas mujeres se reconocen nuevamente enamoradas de sus maridos cuando miedo a perderles? ¿Cuántos hombres ven a sus esposas con otros ojos al ser deseadas por otros?
Desear lo desconocido no siempre es peligroso
Mantener intacta la posibilidad de una pasión, es el mejor suero de vitalidad para el amor.
“Una verdadera relación se basa en el riesgo de pérdida”, confirma Jean-Jacques Moscovitz, psicoanalista. Si el amor reinó, nos destruiría casi al instante. Y si el deseo se cumplió sin control, nos destruirá en la misma medida. Sólo la fantasía permite un pacto.
Desear lo desconocido no es necesariamente peligroso. La confianza no se basa en la ausencia de tentación sino en el hecho de decir: “Existe la tentación, lo sé, pero te quiero a ti”. Ten cuidado si viajas a otra parte porque puedes no tener muy presente a tu cónyuge.
La mujer asegura su encanto, el hombre su virilidad
La misma insatisfacción explica la infidelidad masculina y femenina. Las reacciones, sin embargo, no son exactamente las mismas. A la mujer le gusta poner a prueba su poder de seducción para sentirse deseada.
“El deseo sexual es más convincente en los seres humanos”, dice Jean-Jacques Moscovitz, psicoanalista. El hombre que ya no desea a su mujer, se siente derrotado. Tiene que probarse a sí mismo y demostrar a los demás que funciona.
La mujer actúa menos veces. Tal vez tiene más miedo a sufrir.
Él, se siente totalmente un hombre si consigue hacer feliz a su mujer.
No hay que confundir la fidelidad y la fusión
Debemos aceptar que cambian las ilusiones. La otra persona no lo es todo para nosotros a pesar de que seamos muy importantes para ella.
El confinamiento, incluso deseado y aceptado, es una fuente de asfixia. Si no preservamos momentos y territorios personales, el combustible del amor se acabará rápido y uno de los dos querrá tomar aire fresco en el exterior. Esta es la forma más trivial de fusión.
Amenaza a la pareja vivir pegados el uno al otro en una relación responsable, pero con sus corazones y cuerpos ahogados. Se necesita un equilibrio. Se reservarán momentos de proximidad salvaguardando, al mismo tiempo, la independencia.
Cómo actúan las mujeres infieles
¿Cómo actúan las mujeres infieles de manera “oficial”? Un estudio centrado en los comportamientos infieles ayudó a desvelar las técnicas más frecuentes. Debes tratar de evitarlas, en la medida de lo posible, si te encuentras en esa situación.
Según un estudio llevado a cabo en enero de 2015 mediante el sitio especialista en aventuras amorosas Victoria Milan, donde 4256 son miembros femeninos, algunos comportamientos son típicos de los infieles.
Esconder el teléfono y arreglarse más de lo habitual son los principales signos de alarma
El primer cambio que se produce si ella tiene una aventura (21% de los usuarios del sitio Victoria Milan), es que ya no deja el teléfono cerca de su marido o lo apaga para evitar llamadas potencialmente embarazosas.
Teniendo en cuenta que ella siempre dejaba el teléfono por cualquier lado, la repentina desaparición de su dispositivo en el hogar puede levantar algunas sospechas.
Del mismo modo, el 18% de las encuestadas, se arreglan minuciosamente para acudir a sus citas cambiando sus pantalones vaqueros y zapatillas de deporte por vestidos cortos y sexys.
Nuevos amigos y expresar alegría son dos actitudes frecuentes durante la infidelidad
Ella, por lo general tan hogareña, encadena noches con su nueva amiga “Julia”, amiga que su pareja nunca ha tenido la oportunidad de conocer. Además, no cuenta nada de lo sucedido en sus salidas porque Julia se llama, en realidad, Julio.
Salir y estar rodeado de conocidos, desconocidos para el compañero, son comportamientos típicos de la gente infiel. El 16% de los usuarios lo utilizan para engañar a sus parejas.
El 15% de los infieles llegan a casa con una gran sonrisa en los labios.
Pronto te darás cuenta que no eres tú la causa del desbordamiento de su alegría.
Tipos de comportamiento: mantenerse inaccesible
¿Cómo contactar con el amante dentro del horario habitual? Lo que hacen un 9% de las mujeres, es inventar reuniones profesionales que les permitan apagar el teléfono para no contestar a su pareja mientras están con su amante bajo el edredón.
Obviamente, cuando se vuelve a casa sistemáticamente dos horas más tarde cada noche sin aumento de sueldo y sonriendo, puede haber algo sospechoso.
El desapego y la burla son signos de culpabilidad
Ser infiel nos lleva a ser extremadamente amables al regresar a casa para dejar de sentirnos culpables.
También, intentamos demostrarnos a nosotros mismos que el otro tiene su parte de responsabilidad. ¿Cómo? Mostrándonos groseros y sarcásticos (lo reconoce el 6% de los encuestados).
Seducir a cualquier precio
Cuando un hombre les gusta, algunas mujeres inician un juego de seducción con él aunque forme parte del grupo de amigos en común de la pareja. Se puede decir que se meten en la guarida del león. Esta actitud afecta al 3% de las mujeres encuestadas.
Disminución de la líbido
Mantener sexo con otro hombre inevitablemente baja la libido de la pareja. Sin embargo, la pérdida del apetito sexual y el rechazo de la pareja sólo se dan en el 2% de las mujeres.
Muchas mujeres aunque tengan sexo con otro hombre tienen ganas de repetir la experiencia con su pareja oficial una vez en casa.
Para concluir, si la falta de deseo bajo el edredón puede ser sospechosa, un aumento repentino también.
12 cosas que debes saber si te dices “Quiero ser infiel”
El hombre infiel no es feliz en su matrimonio y se va a otra parte a encontrar la diversión que le falta.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Rutger en 2012, el 56% de los hombres infieles dijeron que no eran felices en su matrimonio. ¿Por qué?
He aquí una pequeña lista de doce cosas que deben saberse acerca de la infidelidad.
La mayoría de los hombres aman a sus esposas cuando les son infieles
No se debe confundir amor con infidelidad. Muchos hombres infieles aman a sus esposas pero no les satisfacen sexualmente.
Su vida se ha vuelto rutinaria: niños, trabajo… Los hombres se ven a sí mismos como padres y el romanticismo se pierde.
A menudo escuchamos cómo las mujeres se quejan de la falta de romanticismo en la pareja. El hombre también siente esta falta. Llega a creer que el romanticismo que busca ya no existe en la pareja y que lo encontrará en otro lugar.
Para evitar esto, las parejas deben tomarse tiempo y olvidar, por un momento, los problemas de la vida cotidiana. Tomaros una tarde para disfrutar de vuestro romance, disfrutar de más sexo, hablar de vuestros sueños, esperanzas, ideas…
Los hombres suelen ir con mujeres que ya conocen
En general, los hombres no conocen a una mujer en un bar o discoteca.
De acuerdo con cifras de la organización Enfoque a la Familia, más del 60% de los casos de infidelidad comienzan en el trabajo. Es uno de los lugares donde pueden familiarizarse con el sexo opuesto y conocerle mejor. Muchas parejas puede parecer que se dedican al cuidado del otro, de los niños, salen de tiendas… Sin embargo, siguen su vida por caminos separados.
Es importante hacer cosas en pareja. No olvidéis que siempre tenemos cosas en común y es necesario cultivarlas. Una relación hay que trabajarla constantemente.
Muchos hombres quieren salvar su matrimonio y, a pesar de todo, son infieles
Esto puede sonar contradictorio y lo es, pero la mayoría de los hombres aman a sus esposas y creen que tener una relación extramarital puede “resolver problemas” y calmar los ánimos.
Ellos creen que si encuentran lo que están perdiendo, no perderán su relación de pareja.
Por lo tanto, algunos hombres pueden vivir con su esposa en un lado y la amante en el otro sin tratar de arreglar la situación.
Muchos hombres no se sienten bien teniendo una aventura
Sí, es verdad, simplificaría todo ver al hombre infiel como inmoral, pero las cosas no son tan simples.
Es cierto que muchos hombres no tienen nada en contra de tener amantes pero, una vez que sucede, tienden a verse a sí mismos como menos que nada.
Ellos saben que han traicionado la confianza de la persona que dicen amar y respetar. A menudo, les afecta más de lo que podríamos pensar. Un marido infiel se siente como un fracasado.
Cuando la relación extramarital se alarga, es más difícil pararla
Cuando un hombre comienza a tener una aventura, se convierte sexualmente en hiperactivo. Su deseo sexual se despierta e incluso con su esposa se siente mejor sexualmente hablando.
Si observas un cambio repentino en tu marido, se te debería encender la luz roja. Cuando la relación extramarital se convierte en normal y continúa en el tiempo, es más difícil evitarla.
Las mujeres son tan infieles como los hombres. Las relaciones extramaritales son peligrosas para la pareja
Según los investigadores de la Universidad de Indiana, las mujeres son tan infieles como los hombres pero por diferentes razones. Las mujeres tienen más tendencia a ser infieles por razones emocionales.
Existe la infidelidad en línea, sin contacto físico, que es la más peligrosa. Entrar emocionalmente en una relación, aunque sea virtual, significa que ya no nos emociona nuestro matrimonio.
Si la infidelidad se basa únicamente en el sexo, el apego es menos emocional. Si se ven en la tesitura, la mayoría de los hombres eligen a sus esposas y no a sus amantes.
Muchas veces, la mayoría de las mujeres saben que tienen un marido infiel. Algunas señales mencionadas anteriormente hicieron que se dieran cuenta de ello.
Pero, aceptar este hecho es muy difícil y muchas mujeres difícilmente lo soportan. Por lo tanto, prefieren vivir con la “duda” para proteger a los niños y evitar la humillación.
No se puede intentar resolver el problema en cualquier momento
Se puede encontrar una solución al problema pero no en cualquier momento.
Si estás en medio de una relación amorosa, no te pueden hacer entrar en razón.
Si te enfrentas a la relación extramarital cuando se encuentra en pleno auge, es probable que pierdas el juego a menos que la otra persona entienda que la vida no será más rosa o mejor con la otra mujer.
El problema clave es la prevención.
Por supuesto que surgen problemas al hacer frente a la vida juntos. Entre otras cosas, para evitarlos, no olvides que a los hombres también les encantan los cumplidos.
Sorpréndele, de vez en cuando, en el tema sexual. Mantendrás la relación trabajando en los problemas y soplando sobre las brasas para que no se apaguen.
Las relaciones extramaritales pueden arreglar un matrimonio
La infidelidad no es siempre la muerte de la pareja.
No hablo aquí de las infidelidades repetidas, por supuesto, pero en algunos casos han arreglado el matrimonio.
Después de la infidelidad, el hombre comprende y entiende lo que quiere para el resto de su vida. Esa nueva relación no era, después de todo, tan fantástica como creía. Incluso puede prevenirle para el futuro.
Piénsalo dos veces, sin embargo, antes de regresar con un hombre infiel, aunque es perfectamente posible hacerlo después hablar sobre los problemas y la manera de resolverlos.
Después de esto, puede ponerse la relación de nuevo en marcha.
Incluso después de la reconstrucción del matrimonio se puede echar en falta el amante
A pesar de que ama a su mujer y quiere salvar su matrimonio, no se olvida de su amante por completo.
Echa en falta la diversión, el sexo, la falta de responsabilidad, lo que sentía cuando estaba con su amante.
La solución es actuar como cuando la pareja comenzó la relación.
El marido infiel es consciente del daño que hace a la mujer que ama y a su familia
Sí, el hombre es plenamente consciente de lo que está haciendo y entiende el impacto que esto tiene en su esposa, familia y en él mismo. ¿Por qué continuar?
En última instancia, si se siente devaluado e infravalorado por un lado, querido, apreciado y admirado por el otro, es evidente que esta segunda persona desempeñará un importante papel en su vida y no querrá desprenderse de ella.
No es culpa de la mujer si su marido le es infiel
Cuando un hombre es infiel, es una elección consciente.
La mujer no “empuja” a su marido a los brazos de un amante. No tiene nada que ver con la realidad.
Un hombre no es infiel porque su esposa sea como es. El problema y no la “culpa”, es que ha habido signos de desconexión entre la pareja y ambas partes lo han ignorado.
Todavía hay tiempo para enderezar la relación.