Cómo saber si le gustas a un chico: test

Cómo saber si le gusto a alguien

Atraer a una persona, saber si se le gustas…, no siempre es evidente. Algunos intentarán una aproximación y correrán el peligro de ser rechazados, mientras que para otros esto no será factible.

Vale más evaluar la situación antes de meterse en la boca del lobo. Pero, ¿cómo saber si gustas? Existen gran número de signos para obtener una respuesta satisfactoria a esta pequeña cuestión.

Los signos que no engañan

La mirada es algo importante para saber si se le gustas o no a alguien. La mirada puede decir muchas cosas. Hay que saber leer en los ojos del otro, buscar las miradas furtivas e insistentes y fijarse si desvía la mirada.

Si la persona que te gusta te dedica su sonrisa más bella mientras le miras, habrá atracción recíproca. Aunque evidentemente esto no quiere decir todo, es mejor a una cara que se quede estática. Generalmente, sonreímos a las personas a las que apreciamos. Es como una palabra gentil o simpática y siempre gusta.

El tacto. Es una buena manera de saber si a una persona le gustas. Evidentemente, a algunos les gusta tocar más que a otros pero, generalmente, si él o ella toca tu brazo, mano, muslo será porque le gustas. Podemos provocar estos contactos. La reacción del otro podría ser de gran ayuda para determinar si le gustas o no.

La palabra. Generalmente, si una persona se siente atraída por ti tenderá a prolongar la conversación. Mostrará interés, te planteará muchas cuestiones. Si se ríe mucho, demostrará cierta complicidad. Es una cosa buena hacer reír al otro.
Si la persona te invita a beber un vaso o a cenar, le interesas. Si te propone una segunda cita, todavía mejor y habrá que analizar lo que dice, con riesgo a interpretarlo mal, “hasta pronto” no quiere decir “estoy loco por ti”.

Tu comportamiento

Existen diferentes tipos de comportamiento en una atracción. Signos que hay que analizar para determinar si gustamos o no. En primer lugar, si se le conoce, hay que tomar en consideración el temperamento de la persona que se tiene en frente. Efectivamente, si la persona es muy extrovertida o, por el contrario, más bien reservada, los signos no serán los mismos.

Una persona que se pone nerviosa en tu presencia se siente, sin duda, atraída por ti. Le intimidas, le turbas. Puede manosear un objeto, morderse las uñas, balbucear o hasta enrojecer. El nerviosismo es un triunfo para ti, es signo de que existe una posible atracción.

Algunos jugarán al “desinteresado”, a veces funciona. Es siempre un riesgo porque puede pensar la otra persona que no siente interés por ella. Para saber si la persona juega un juego podemos intentar contactos muy discretos y analizar su reacción.

Todo en finura y en sutileza

Para saber si le gustas a una persona o no, es recomendable plantearle claramente la cuestión aunque corramos peligro de sorprenderle, sobre todo si es tímido. No funciona siempre. Es mejor hacer las cosas con finura y ser más sutil. Cuando quieras saber si le gustas o no a alguien, estarás en el principio del juego de seducción. Te puede permitir ganar puntos con la persona ansiada.

Saber si se le gustas o no a alguien es un asunto delicado. Afortunadamente, existen numerosos signos para guiarnos y encaminarnos. Hay que aprender a analizar estos signos y estos comportamientos antes de saber si podemos intentar una aproximación.

Las miradas, los contactos, las sonrisas, el nerviosismo… Tantos signos positivos que hay que interpretar antes de pasar a la acción. Cuando se trata de saber si le gustas a alguien, hay que ser discreto y sutil. Es primordial dosificar bien las palabras y los gestos para no correr peligro de dar miedo.

Test para saber si le gusto a un chico

La mirada

Es algo común: una mirada dice más que discursos largos. Evita, a pesar de todo, abusar de la mirada insistente.

Primer acto: ¿te busca con la mirada, te mira por el rabillo del ojo?

Segundo acto: las dos miradas se cruzan repentinamente. Tienes medio segundo para captar lo que pasa, incluso para entrar en acción. Una mirada insistente, acompañada de una sonrisa, puede ser la más eficaz de las declaraciones. En todos los casos, observa lo que pasa. Comprueba si aguanta tu mirada o le hace falta un segundo para apartar los ojos, enrojeciendo. Esto será bueno.

El lenguaje corporal

Gran parte de lo que expresamos no lo decimos con palabras. Te toca decodificar la expresión de su cara, el modo como se comporta en tu presencia, cómo se viste, sin olvidarnos del tono de su voz.

Los gestos

Él o ella no se mueven cuando te acercas, se dejan hacer si les rozas en el pasillo o haciendo cola. Es un signo más bien bueno. Evidentemente, si él o ella se volatilizan cuando apareces, cambia de blanco

El lenguaje mudo

Una pequeña sonrisa cuando tu mirada encuentre la suya. Es un principio excelente, continúa y le tendrás en el bolsillo.
Si él o ella miran sus pies cuando pasas, les hablas o dan aire de estar muy ocupados, no te miran bien.

El rumor

Esto puede ser un buen barómetro, pero no para tomarlo como algo definitivo. Más vale enviar a alguien de confianza para averiguar. Obtendrás informaciones menos deformadas.

El feeling

Confía en él. El instinto es el mejor consejero aunque vaciles al escucharlo. Si tu impresión es buena, profundiza y no olvides que la suerte sonríe a los audaces. Prepara el terreno y ataca.

Señales para saber si le gusto a un hombre

La cuestión que muchas mujeres quisieran saber: ¿cómo saber si a un hombre le intereso? Es raro que un hombre que se interesa por ti y te lo diga claramente, pero si reconoces la actitud de un hombre, hay posibilidades de que le gustes. Algunos ejemplos:

• Encuentra un pretexto para pedir tu número de teléfono o darte el suyo.
• Te llama o envía mensajes de cuando en cuando y se “inquieta” cuando no recibe noticias tuyas.
• Se interesa por tu vida, te plantea cuestiones.
• Acepta fácilmente ayudarte cuando le pides un servicio.
• Te dice frases como: “me gusta pasar cada vez más tiempo contigo”.
• Hace esfuerzos por simpatizar con tus amigos o cuando ves a tus amigos te dicen: “habló mucho de ti”.
• Cuando te ve se preocupa de ti, te mira, te habla o hace bromas para hacerte reír. Hace todo lo posible por llamar tu atención.
• Juega a “señor solución” tan pronto como le hablas de un problema, dándote medios para resolverlo o ayudándote a hacerlo.
• Te da la enhorabuena por tu apariencia.
• Pasa mucho tiempo contigo y todo el tiempo le parece poco.
• No se cansa de ti: tiene ganas de estar contigo. Propone ocasiones concretas para verte de nuevo.
• Te hace sentir que eres única: te halaga haciéndote sentir importante.
• Habla largamente y le gusta contarte detalles de su vida.
• Se jacta de sus hazañas para que le admires y felicites. Quiere que pienses que él es el mejor.
• Se relaja cuando está contigo o en grupo. Por la tarde, procura que os aisléis para tener conversaciones más íntimas.
• Se vuelve torpe en tu presencia: tiembla o balbucea, no ­comprende qué le pasa.
• Te dice y repite que es soltero y tiene ganas de una relación estable.
• Te toca a menudo o te roza la mano, el brazo, la espalda…
• Cuando sientes molestias en alguna parte del cuerpo, te propone un masaje.
• A menudo, te saca a bailar y aprovecha para acercársete.
• Hace de todo para evitar tu mirada, o sea te mira de hito en hito como si quisiera aclarar un misterio.
• Se rebaja en tu presencia. Te pone sobre un pedestal y da a entender que se siente menos que tú.
• Tan pronto como te ve entrar en el cuarto, su mirada se ilumina. Tiene ojos sólo para ti y deja de hablar. Se queda triste cuando te ve marchar.
• Procura saber si estás soltera preguntándotelo o informándose con tus allegados.
• Te mima pagándote la bebida, comida y ofreciéndote pequeñas atenciones.
• Se muestra molesto o celoso cuando hablas con otro hombre o te dejas seducir por otro.