Test para saber si estas enamorado u obsesionado
Contenido
- Test para saber si estas enamorado u obsesionado
- Señales para saber si estoy enamorada o solo me gusta
- Cómo saber si estoy enamorada de alguien que no conozco
- Confidencias de enamorados
- Test del amor verdadero: cómo saber si estás enamorada
- ¿Cómo reconocer a un hombre enamorado?
- Juegos de test de amor gratis
- El juego de test de amor: Calculadora del amor
Cuando llega no podemos fiarnos de su presencia pero, cuando procuramos definirlo, el amor adopta un placer maligno para escapar de nosotros. Es un sentimiento que se resiste a toda lógica.
¿Qué criterios, qué señales nos aseguran que verdaderamente nos ha llegado? Si como Jean Cocteau pensamos que no hay amor, sino “pruebas de amor”, ¿cuáles son esas pruebas?
¿La fidelidad? No. La fidelidad depende del temperamento, de la ética personal, del deseo del cuerpo, pero no aporta pruebas en lo que se refiere al amor que puedes sentir o no, por tu cónyuge. Sabemos que el deseo sexual por una persona puede decaer y el amor, quedarse.
¿Acordarse de las fechas de los aniversarios? ¿Hacer regalos? ¿Deseo de pasar el mayor tiempo posible con el otro? Tampoco, porque esto, también, es cuestión de carácter, de deseo, de educación.
Señales para saber si estoy enamorada o solo me gusta
El trastorno de ser
Entonces, ¿cómo saber quién nos gusta? En primer lugar, no hay que confundir el estado amoroso (gustar) con el amor, explica el escritor Michel Cazenave (autor de Historia de la pasión amorosa, Lebaud, 2001). Al principio se presentan los dos del mismo modo.
Es un trastorno del ser que Phèdre de Racine define con estas palabras: “le veo y enrojezco o palidezco a su vista”. Este estado paroxístico y un poco teatral, lo definen los neurólogos y psiquiatras como neurosis obsesivas. Dura de seis meses a un año, como máximo.
“Es luego cuando aparece la verdad del sentimiento, persigue Michel Cazenave. Cuando esta aceleración se metamorfosea nos damos cuenta que la persona importante para nosotros no es más que alguien normal que se ha vuelto indispensablemente para nuestra vida”.
El tiempo nos revelará si se trata o no de amor. ¿Pero, qué otras pruebas hay?
La demanda de cariño
“Con Irene siempre estoy atento a lo que dice cuando, comúnmente, con las mujeres soy más bien del género despreocupado, explica Georges. No tenía ganas de mostrar mi vida sino, al contrario, quería mantenerlo en secreto con el fin de de protegerle de lo que hubiera podido herirle. Sé que me gusta porque hago esfuerzos para tenerla conmigo”.
Laurence, cuenta: “algunos días no sé si quiero a Hervé; me siento indiferente. Luego, gracias a un gesto que hace, pasarse la mano por los cabellos o lanzar una reflexión en ese lenguaje que sólo yo puede comprender, me siento turbada, emocionada. Sé que el amor está allí, hasta cuando se vuelve, a veces, imperceptible”.
“El tiempo, el respeto, las pruebas varían a merced de los individuos pero, sobre todo, no prueban nada” afirma Alain Guy, psicoanalista y profesor en Paris-VIII. Son una tentativa para saber algo del amor, mientras que el amor y el saber son dos nociones que se oponen. El amor es una magia, algo incongruente que surge de la existencia y que está en el orden del inconsciente.
No tiene nada que ver con la razón. Pero, esta erupción remueve tanto al sujeto que trata de restablecer la lógica, el sentido, con el fin de asegurarse que no está loco. Cuando alguien nos gusta pasamos tiempo interrogándole para descifrar el lugar que ocupamos en su vida, y este modo de reclamar al otro los signos de su amor, es una prueba de que nos gusta.
“La fórmula de Cocteau debería ser completada: no hay, en realidad, amor ni pruebas de amor; hay sólo unas demandas de pruebas de amor. Si reclamamos al otro los signos de su amor es porque nos gusta.
La confusión del cuerpo
Hay un cuerpo. Un cuerpo impaciente, un cuerpo que espera al que le gusta, que reclama su voz, su mirada, su presencia. Para Catherine esta es la prueba: “cuando me gusta alguien, no me olvido de él.
Aunque esté en el trabajo, en el cine, en el tren o hablando con una amiga, el que me gusta acude constantemente a mi pensamiento y noto su ausencia. Es una tensión que se afloja sólo cuando aparece”.
Chantal Thomás (autor de Cómo sostener tu libertad, Orillas, 2000), filósofo y escritor, dice: “me gusta cuando la gente adquiere un tipo de fortaleza con la que cautiva más que en otros momentos de su vida. Por ejemplo, me gusta pasear no porque vaya luego a contarle a la persona querida mi paseo, sino por el simple hecho de que esa persona existe.
Esto me pone sexualmente, intelectualmente, emocionalmente en un estado donde todo es más intenso”. Más que la razón, será nuestro cuerpo el que nos informe del sentimiento del amor por el modo en que le sentimos cuando está ausente, y por la manera que tenemos, en su presencia, de ser receptivos a sus gestos, actitudes, expresiones, olor.
Setimiento de falta
Son por otra parte los mismos detalles los que un día nos revelarán nuestro desamor. Inés recuerda que entró en la cocina cuando su marido desayunaba: “su modo de sostener su rebanada de pan, las palabras que decía, su olor me indisponían. Exasperada, levanté la mirada al cielo pero cuando vi la mirada de mi hija sobre mí, sentí vergüenza. Supe que acababa de comprender, sin que necesitara pronunciar la menor palabra, que ya no quería a mi marido”.
A Inés, el cuerpo de su marido le desagradaba.
Gustar es buscar al otro ya que así nos sentimos completos. “Lo que se busca en el amor es algo de lo que carecemos, sin que sepamos exactamente qué es”, explica Alain Guy. El otro, con su sola presencia, tiene el don de aportarnos una plenitud que nos hace sentirnos ligeros, transportados, aéreos. El destino del ser humano es vivir una existencia que hay que colmar pero, gustar es, a pesar de todo, buscar en el otro algo que no tenemos. Su presencia nos colma, razón por la cual Lacan decía: “gustar es dar al otro lo que no tiene”.
El misterio
¿Qué nos gusta? Posiblemente vale más no saberlo, como nos lo cuenta el mito de Psique. Esta heroína de la mitología griega compartía con Eros las noches encendidas. La única condición que puso éste a su amor, es que la joven mujer jamás debería verle. “Si no quiere mostrarse es porque probablemente sea un monstruo”, le comentan las hermanas de Psique.
Una noche, mientras él dormía, Psique se levantó, cogió una lámpara y alumbró a Eros. Pudo ver que el dios del amor era alguien muy bello, y la joven mujer se dejó caer sobre el cuerpo de su amante que se despertó y huyó. El precio de Psique fue pagar el conocimiento adquirido por la desaparición del amor. Esto nos dice que hay que abstenerse de interrogar demasiado, porque si queremos controlarlo o dominarlo todo con el pensamiento, correremos el peligro de verle marchar
¿Qué es el amor? Es un sentimiento surgido de no sabemos dónde, que viene para representar no sabemos qué y que, sin embargo, cambia nuestra vida. “Algunas personas pierden regularmente sus llaves, otras se tuercen el tobillo o la muñeca, otras tienen accidentes de auto sin preguntarse por la naturaleza de estos actos, repite a Alain Guy.
Pues bien, el amor es un poco el equivalente de un acto fallido, donde se pueden vivir cinco, diez años, o toda una vida, sin interrogarle jamás”. Françoise Dolto, se preguntaba por qué los esposos enamorados veían su deseo sexual rebajarse con el transcurso de los años. A continuación daba esta respuesta soberbia: “es porque hacen el amor demasiado a menudo pero sin darse cuenta de ello, por la noche, cuando duermen juntos (es en la noche cuando nuestros inconscientes se liberan)”.
Milano Kundera dice lo mismo cuando habla, con Insostenible ligereza, del ser, de la felicidad que representa el sueño a dos: “el amor no se manifiesta por el deseo de hacer el amor, sino por el deseo del sueño compartido (este deseo concierne a una sola mujer)”.
Cómo saber si estoy enamorada de alguien que no conozco
El minuto en el que uno se enamora está lleno de misterio. El ensayista Raphaël Delpard tuvo la idea de contar los instantes en que se enciende la chispa que abrasa nuestro corazón y la razón. Para esta exploración mezcló testimonios y ficciones.
Nicole entró en un anfiteatro atestado de gente y percibió a un hombre joven que se encontraba en medio de la muchedumbre. Una voz, en su cabeza, martilleó: “¡es él!”. Dos años después, se casaron.
En un restaurante de Brazzaville, Kim se dijo al descubrir a su vecino de mesa: “es el tipo de hombre qué me gusta”. En el avión que viajaba a Francia se encontró sentada a su lado. Se enamoraron.
Casi todas las historias fascinantes entran en la frontera de lo irracional.
Confidencias de enamorados
Un bello día su corazón hizo bang. Le había encontrado.
Llevan muchos años juntos y todavía se acuerdan, con la misma emoción, de su primera vez.
· Karine, 27 años: “recientemente nos encontramos después de una separación. Cuando me sentí de nuevo a su lado, a gusto y feliz, comprendí que no quería perderle”.
· Bruno, de 29 años: “dejé de mirar a otras chicas, me gustaba mirarle sólo a ella. Era mi razón para vivir. Cuando no está, nada vale la pena”.
· Séverine, 26 años: “desde que estamos juntos, todo es fácil. No me planteo cuestiones, me siento siempre bien, tengo ganas de hablar, de salir, de todo. Y, sobre todo, de casarme con él. Por otra parte, la fecha ya está fijada”.
· Jean-Christophe, 32 años: “antes de Séverine era un gran solitario y evitaba todo compromiso. Con ella descubrí que se podía vivir en pareja y feliz como jamás antes lo había sido”.
· Martine, de de 47 años: “supe que me gustaba cuando me pidió que me quedara a dormir en su casa. Llamé a mis padres para pedirles autorización. Tuve ganas de hacerlo, fue la primera vez”.
· Jacques, de 56 años: “tardé cuatro años en poder besarle. Yo que no soy paciente vi en ello la prueba de que me gustaba”.
· Martine, de 36 años: “en un período en el que no estaba muy bien, me hizo reír. Fue como un golpe de aire fresco en mi vida. No podía pasarme ya sin él”.
· Patrick, de 34 años: “verle bastaba para sentirme bien. Sí, así supe que me gustaba. Apareció como el pedazo del rompecabezas que necesitaba para vivir bien”.
· Aurélia, 27 años: “cuando descubrí que él formaba parte del ” Guiness de los récords” de 1982, pensé que no era posible. ¿Recuerdas que el hombre más grande del mundo mide dos metros con setenta y dos centímetros? Aquel tipo maravilloso estaba hecho para mí”.
· Julien, de 30 años: “me di cuenta que me gustaban en ella comportamientos que no soportaba en otros. Todos sus defectos se transforman en cualidades”.
· Caroline, de 40 años: “Hicimos un viaje poco tiempo después de nuestro encuentro. Pasar diez meses juntos, y guardar sólo recuerdos buenos, me dio a entender que él me gustaba”.
· Thomás, de 44 años: “me asombró por su independencia, su confianza en sí misma, su alegría de vivir. Literalmente me enamoré de todo lo que era, y aún sigo enamorado veintidós años después”.
· Christina, de 26 años: “cuando me encontró yo era muy joven y despreocupada. Él aceptaba todo de mí. Su paciencia me hizo saber que era alguien excepcional y que me gustaba”.
· Laurent, de 31 años: “cada vez que se iba a los Estados Unidos me sentía desgraciado, pensaba sólo en ella. Acabé por decirme: no hay duda, la quiero.
· Magali, de 35 años: “hubo varias etapas. La primera mirada, el modo que tuvo de escucharme, hablarme”. Me dije: “encontré a alguien”.
· Vladimiro, de 33 años: “no hay explicación racional, tiene que ver con el alma; tan pronto como la vi, me sentí ligado. Era como la expresión de la libertad; me daba cuenta del poder de la vida”.
· Aneley, de 28 años: “me feliz, satisfecha, confiada. Era algo nuevo lo que sentía y que se desarrolló después”.
· Fernando, de 29 años: “después de nuestro encuentro tuve un sentimiento de fuerza, de alegría, de energía suplementaria. Algo que nos hace decir: es a ella a quien se lo debo. Lo sabemos muy rápidamente, posiblemente desde la primera mirada”.
· Claudine, de 61 años: “me sentí como si tuviera 16 años. Tan pronto como nos vimos, conectamos. Era un amor pasión”.
· Daniel, de 62 años: “la primera vez que la vi en clase, la encontré sublime. Imposible controlarme. El día en que le tomé la mano, mi corazón casi estalla. De todo esto hace ya cuarenta y cinco años”.
· Linda, de 59 años: “teníamos el mismo modo de considerar la vida, me hablaba de arte con pasión”. Pensaba: “estamos hechos para vivir juntos. Sólo este hombre puede comprenderme y hacerme feliz”.
· Jack de 62 años: “nos tratábamos desde hacía algún tiempo y estuve a punto de perderle porque otro se interesó por ella. Comprendí que no podría vivir sin ella. Le envié rosas y ya no nos separamos más”.
· Pascaline, de 23 años: “no podía mirar a otros chicos, sólo le veía a él”.
· Hervé, de 25 años: “me puse a pensar en ella, quise hacerle regalos, sentirle a mi lado. No podía estar sin ella. Es ahí donde me di cuenta que lo que sentía por ella era más fuerte que lo que había sentido por otras chicas”.
Test del amor verdadero: cómo saber si estás enamorada
Desde que le encontré no pude sacarle de mi pensamiento: ¿estoy enamorada? Si te reconoces en uno de los diez síntomas siguientes, no hay duda.
HABLAR DE ÉL MÁS Y MÁS
Sientes un placer indecible al mencionar su nombre a cada paso, al hablar de él a todos tus conocidos cualquiera que sea la conversación del momento. Necesitas hacerle existir alrededor de ti.
TU CORAZÓN LATE RÁPIDAMENTE
Tu corazón se acelera cuando sabes que vas a verle, cuando estás con él, cuando esperas su llamada telefónica, cada vez que consultas tus mensajes.
CANCIONES DE AMOR
Todas las canciones y los poemas del mundo te hablan ahora, con claridad, de amor, y no concibes cómo un día pudiste creer que eran exagerados.
PRESUMIDA
Te sorprenderás ocupándote más de ti: ropas, alimentación, peinado, etc. Ahora cuidas tu persona con mucho respeto y atención.
TE LO DICEN
Estás radiante. Todo el mundo te lo dice.
UN INTERÉS DECUPLICADO
Piensas que todo lo que él hace, y todo lo que le interesa, también a ti te apasiona, e intentas aprender a hablar japonés porque un día mencionó su admiración por Kurosawa.
TE OLVIDAS UN POCO DE LOS OTROS
Sólo deseas estar con él. Aunque continúas viendo a tus amigos y allegados, las horas pasadas con ellos te parecen más sosas.
COMBATIVA
La vida parece que repentinamente ha adquirido nuevos colores. Todo te parece sublime y te sientes capaz de enfrentarte con la tierra entera.
TE MUESTRAS RESERVADA
Te muestras reservada cuando te interrogan sobre tu chico. Quieres guardar todos esos nuevos sentimientos para ti. Los siente como algo demasiado intenso, demasiado importante para ser hablado públicamente y no, esto no está en contradicción con el punto n°1, tiene sentido para ti.
TE SIENTES VIVA
Te sientes conectada con la tierra entera e intensamente viva. Tan constantemente al borde de la excitación más embriagadora que cantarías de alegría.
Te sientes más feliz, más viva, y si tu vida entera parece ahora girar alrededor de él, puedes dejar de preguntarte si estás enamorada. Cuando se está enamorada, lo sabemos bien. Lo que no sabemos es si tendremos el coraje de confesárselo, y de actuar en consecuencia.
¿Cómo reconocer a un hombre enamorado?
¿Tu corazón palpita muy fuerte con esa chica? ¿Necesitas saber si estás verdaderamente enamorado? Nuestro experto sexólogo te descifra si un hombre está enamorado.
Un hombre enamorado es paciente
Un hombre enamorado es paciente. Es capaz de hacerte la corte durante mucho tiempo. Pero, si dudas, ten paciencia y verás si ha establecido una estrategia para seducirte. Si pasa el tiempo y sigue haciéndote la corte, corres peligro de enamorarte. En efecto, al transcurrir el tiempo se crearán lazos de unión y afecto.
Si buscas un enamorado nada como prolongar el placer para alimentar el deseo y los sentimientos.
Un hombre enamorado es muy servicial
Un hombre enamorado se siente un galán. Necesita ayudarte con una bombilla, con la rueda que hay que cambiar… No te negará nada para mostrarte que eres indispensable, así que saca provecho de ello, esto no dura una eternidad. Atención, si un hombre no es servicial al principio de su relación, vete corriendo.
Un hombre enamorado tiene ganas de complacerte
Eres prioritaria para él. Un hombre enamorado querrá complacerte llevándote al teatro a ver la obra que escogiste. Lo preferirá antes que irse a su partido de fútbol, o a su aperitivo con los amigos. El hombre enamorado rompe con sus costumbres.
Un hombre enamorado te ve sólo a ti
El amor te vuelve ciego. Es un poco verdad. Durante toda la fase de la pasión amorosa, el hombre enamorado te verá sólo a ti. Saca provecho de esto, no dura. Un hombre enamorado no será crítico. Te querrá como eres y no escatimará cumplidos. Será un poco celoso porque eres la más bella, seductora, encantadora de todas. Sólo fijará su mirada en ti.
Existe una fuerte correlación entra estar enamorado y mirar a los ojos.
Juegos de test de amor gratis
Si quieres ir más lejos, conocer tus compatibilidades amorosas y hacer un test de amor, te recomendamos estos juegos de test de amor con la calculadora del amor. ¿ Compatibles o no?
El juego de test de amor: Calculadora del amor
El juego para saber si la persona que amas es la buena. Una calculadora del amor reciproco a partir de tus nombres.
Muy bueno.
Me encanta el juegito
No se si el juego funciona pero me ha salido un 95% con mi flaco 🙂
A mi me ha salido un 15% con mi negra 🙁
¿ Como calcula el test de amor?
Creo que la calculadora de amor usa de la numerologia con las letras de los nombres para calcular la compatibilidad.
Si asi es, la calculador usa de la numerologia para calcular el test de amor y de compatiblilidad entre dos nombres. Obviamente, es solo numerologia, no es cientifico pero es una buena indicación.
me salio 70%
bueno yo lo e leido recien pero espero que me funcione correctamente con la persona que me gusta
y por cierto muy buena el test
ME FAXINA ESTE JUEGO Q BACANOO (: (. (. TE ADORO M…..
SIIII ESTA MUY BUENOOO (: Y TIENEN TODOS TODA LA RAZONN (:
95% con mi amor .con mi flaco awwwws